28 diciembre 2006

28 de diciembre, fuck fuck fuck!

Qué risa, por Dior, acabo de llegar a casa después de pasarme la tarde haciendo el tonto con Jorge (al que le ha dado la perra de que le llamemos George). Primero fuimos a dejar currículums por ahí, luego hemos estado de copeo en un bar, donde había quedado él con un amigo suyo del ambiente que se llama David, al que hacía años que no veía.
El tal David resultó ser un chico altísimo (medirá 1.90 o así), fuerte, guapo y muy simpático e inteligente.
Hemos estado toda la tarde hablando y haciendo planes para Nochevieja (se viene con nosotros, ¡yuju!) Lo que más me gusta de este chico es que con él se puede hablar de prácticamente todo. Hemos tocado un montón de temas: ordenadores, muertos (en serio), cotilleo, leyendas urbanas, misterios e incluso arte. ¡Sí, arte! Llegado a este punto, Jorge ya nos tenía olvidados y estaba mandando mensajitos multimedia por el móvil. Es lo que hace siempre que se aburre, aunque no sé a quién se los estaría mandando, porque en este momento no se habla con ninguno de sus ex...
Estuvimos comentando lo mucho que me gustaban los cuadros de Gauguin, Botticelli, y Sorolla, lo mucho que le gustaban a él los de Klimt, Picasso y Goya, y nos reímos como locos comentando El jardín de las delicias del Bosco, que parecía una orgía desmadrada, con sátiros, nínfulas, magreos y gente a la que le sale ramilletes del culo .
Es impresionante, yo pensaba que este tipo de hombres sólo existían en los anuncios de Gillette, y de repente me encuentro con uno. Es una sensación parecida a la de encontrar un trébol de cuatro hojas en medio de un campo de berzas. Pena que el chico perteneciera al club del pepino...
Nos despedimos de David (con dos besos, qué bien huele el jodido...Jean Paul Gaultier o algo así) y nos volvimos a casa andando. Jorge iba tan templadito de vodka con granadina que se tiró todo el camino cantando "25 de diciembre, fuck fuck fuck!" en vez de "fun fun fun" Era muy divertido, al verdad. Aunque hoy es 28, pero bueno...
Cuando nos despedimos en mi portal (como dos enamoraditos) le comenté lo bien que me había caído su amigo.
- De verdad, sería el hombre perfecto sino fuera gay...-suspiré.
-¿Y a ti quién te ha dicho que David sea gay???- me espetó Jorge.
-¿Comorrrrr???¿Y por qué no me lo dijiste, güey?
-Joder, ¿es que todos mi colegas tienen que ser maricas? Posno. Además hice bien en no decirte nada porque te habrías puesto más tonta aún.
-¿Tonta yo?
-Pozi, tía, sólo te faltaba quitarte las bragas ahí mismo y escurrirlas. De verdad, es ver una polla guapa y te me pones más tontita...
-Ay nene, ¿pero tú te has dado cuenta de lo bueno que está ese chico?¡Y lo listo que es!
-Venga que sí, vale, no me ralles más. Hale, me voy, que tengo macarrones para cenar y vendrán Tony Genil y Michael Jackson a comérselos conmigo.
-¡Ayyyyyy mi niño, que creo que me he enamorao de tu amigo!-y le apreté los mofletes con el pulgar y el índice de la mano izquierda al tiempo que le daba un pico en los morros.
-Joder, te estás volviendo una maruja de cuidado- me dijo mientras se alejaba y se limpiaba la boca con la manga de la chaqueta- ¡Y como sigas enamorándote de cada polla que te presente te van a caer muchos palos en la vida, yo sólo te aviso!
-Ciao bambino!- mes despedí riendo, y entré en el portal.
Ummm, esta Nochevieja se presenta interesante. Va a ser una nueva oportunidad de conocer a algún hombre interesante y así poner fin a mis solitarias y frías noches invernales. Y va a ir David, chachi. Lo malo es que ahora que ya sé que es hetero talvez me comporte como una tontaina, como dice Jorge. Intentaré evitarlo y me pondré tres capas de rímel, que me dan una mirada enigmática y sensual.

escrito por Susanita a las 00:42   5 comentarios
 27 diciembre 2006

Jingle bells, jingle bells

Esta va a ser una semana de descanso total. El miércoles, Marco me llamó a su oficina para hablar.
Me preguntó que qué iba a hacer.
-¿Cómo que qué voy a hacer?
- Respecto a lo que me dijiste ayer de irte. Imagino que fue con la ofuscación, ¿no?
- No Marco, esta vez va en serio. Me voy.
Le cambió la cara en un segundo y se puso muy serio. Me dijo que si había sido por la tontería del trajecito que por favor le perdonara, que no volvería a suceder y todo eso.
-No es eso Marco. Me quiero ir. Llevo ya cinco años aquí y sólo me queda la impresión de estar perdiendo mi tiempo.
-¿Perdiendo tu tiempo?
- Sí. Que llevo mucho tiempo aquí metida, desempeñanado el mismo trabajo, año tras año, sin posibilidad de ascenso ni promoción, viendo como otras chicas que llegaron más tarde que yo sí que son ascendidas mientras yo sigo en la misma categoría. Por eso creo que me merezco algo mejor, ¿sabes Marco?
-Joder, Susana, nunca pensé que te hubiera importado lo de Soraya...-se refiere a su rápido ascenso a encargada, semanas después de habérsela chupado, y siete meses después de haber entrado en la empresa, mientras que yo llevaba un año y medio.
- Mira, si en ese momento me dio igual, más ahora, pero jode estar estancada laboralmente, ¿sabes? Aún soy joven y creo que tengo tiempo de buscarme la vida en otro lugar.
-Bueno Susana, te propongo un trato: en enero te subimos el sueldo y te promovemos a encargada de cajas, ¿qué te parece? Anda...-
A buenas horas mangas verdes, cinco años deseando oír esas palabras y las tengo que escuchar justo cuando ya he tomafo la decisión firme de irme....
- Vale, ¿me subes a encargada y qué hacemos con Soraya? ¿La despides, la degradas, te quedas con dos encargadas...?No te molestes, de verdad.
-Por favor Susana, no me puedes hacer esto, eres una de mis mejores empleadas- pero no la mejor, fíjate tú, será porque yo no se la he chupado nunca...-No me puedes dejar así colgado....
-Lo siento Marco, pero creo que ya es tarde para resarcirme. La decisión está tomada y ya nada podrá echarme atrás-
Salí del despacho y volví a la caja a mi trabajo. Ahora ya no me irritaba la maruja con cara de ortiga que siempre se queja del precio de las cosas y me paga con monedas de céntimos. Ya no te tendré que aguantar más, vieja condenada, pensé.
A la hora de marcharme, marco me volvió a llamar a su oficina. Esta vez se mostró muy frío y distante. Me preguntó que si quería disfrutar de mis vacaciones hasta fin de mes o si al contrario prefería cobrarlas. El dinero me venía muy bien, pero viendo su cara, algo me decía que si seguía allí me harían la vida muy amarga.
Preferí coger vacaciones. Firmé mi carta de despido y me dijo que ya no era necesario que fuera más a trabajar.
Se había acabado. Mi historia de cinco años con Supermarco había llegado a su fin.
Cuando salí me despedí de algunos compañeros: Maika, Jessi, Emilio, etc. , muy discretamente para que las cotillas de turno no se dieran cuenta.

Las fiestas al final las he pasado en casa de mamá y papá. Como tengo todo este tiempo libre, me he imaginado que he vuelto a los viejos tiempos, que aún estudio y estoy de vacaciones, como cuando iba al instituto. Y me he dejado mimar por mi madre. Me he peleado con mi hermana por el uso del ordenador. He visto el fútbol con mi padre y sus compadres (y he salido viva de la aventura...) He ayudado a rellenar el pollo de Nochebuena (y por eso al día siguiente me desperté con cagalera, demasiadas ciruelas pasas...) También he ido a cenar con mis amigos. Y el Barbudo no ha llamado al final, se habrá cansado de hacer el ridículo...

He sido feliz. Muy feliz. A ver qué me depara el nuevo año, me consuelo con la idea de que al menos será diferente...

escrito por Susanita a las 01:30   4 comentarios
 19 diciembre 2006

Señor, dame fuerza, por favor

Si fuera creyente imploraría a Dios que me diera fuerza y serenidad, pero la única divinidad a la que me consagro es el póster de Bechkam con el torso desnudo que tengo en las paredes de mi cuarto, y que, más que fuerza, me quita la poquita que me queda, porque es verlo y me empiezan a temblar las piernas, ay Dios.
He dejado Supermarco. Antes de lo previsto, así de sopetón.
El lunes fue la gota que colmó el vaso.
Llegué al trabajo de una mala leche descomunal, no sé por qué, talvez mi subconsciente detectó antes de tiempo las malas vibraciones que habría aquel día en el ambiente.
Lo primero que me da Marco, antes incluso que los buenos días, es un disfraz.
-Toma, ponte esto, hoy toca promoción de turrones.
-¿Qué?????
Es un trajecito de Papá Noel, lo cual no tendría nada de malo si no fuera porque se trata del traje de la concubina de Papá Noel.
-Tenemos que hacer una degustación de turrones simpática para subir las ventas. Ponte esto y ahora te doy una bandeja para que ofrezcas a los clientes. Ah, y esto también.
Y me coloca en la cabeza dos antenitas de reno, de color rojo y con lucecitas...
-¡Anda, mira qué monada!- exclama Soraya la Comepollas cuando me ve. Maldita zorra adúltera.
-Marco, ¿esto va en serio?-pregunto riendo, convencida de que se trata de una broma.
-Claro- responde serio. La cosa se pone fea.-Hazlo chica y sé simpática, anda, qué te cuesta.
-¿Pero cómo coño quieres que me ponga esto?¡Si parezco una puta!
Pero Marco ya se ha ido, dándome la espalda.
-Anda chica, póntelo, verás qué mona quedas- me "anima" Soraya. Estoy segura de que la maldita estaba disfrutando del momento con fruición, nunca nos hemos llevado bien y las oportunidades de humillarnos mutuamente siempre han sido escasas.
Sin comprender nada, me voy al vestuario, me pongo el dichoso atuendo. Estoy como catatónica, obedezco mecánicamente como si estuviera drogada o borracha. me pongo las antenitas y salgo a la tienda. Noto risitas apagadas, cuchicheos. La maruja con cara de ortiga que viene todos los días a por una barra de pan y un litro de leche de marca blanca me mira de arriba aabjo con infinito desprecio. La falda me está algo corta y se me ve la celulitis. No llevo medias, se me hielan las piernas.
-Hala, toma y reparte entre los clientes. No olvides decirles que son turrones "La Pava", para que compren,¿vale?-Marco me pone la bandeja y entra en el despacho. Oigo comentarle al gerente que vaya rappel más sustancioso se va a llevar con lo de los turroncitos.
Me pongo enfrente de la carnicería y voy ofreciendo turrones a la clientela. Los viejos se ríen como quinceañeros en clase de educación sexual e intentan ligar conmigo. Aguanto estoicamente durante unos 20 minutos, media hora talvez.
De repente doy un paso a la derecha para dejar pasar a una mujer embarazada y accidentalmente me veo reflejada en el espejo que hay en el pasillo de las bebidas, para vigilar a los amigos de lo ajeno. La imagen que me devolvió era la de una chica ridícula, vestida como una buscona de Laponia, humillada, idiota, pusilánime y cobarde.
Me entraron ganas de llorar. Solté la bandeja de turrones en el mostrador de la carnicería con tal brusquedad que Erika se quedó pasmada mirando. Entré en el despacho de Marco, le tiré las antenitas encima de la mesa y le dije que me iba a casa.
-¿Cómo que te vas a casa?
-Tengo derecho a tres días al mes por asuntos personales, ¿no? Pues nada, me duele la tripa y me largo. Hala.
Y salí por la puerta tan pancha, sin recordar que iba vestida como una furcia, así que tuve que dar media vuelta y entrar a vestirme cuando noté el viruji de diciembre en las piernas. Además, no era plan de ir por la calle con esas pintas.
Marco entró al vestuario hecho una furia.
-¡Que me estoy vistiendo, coño!¡Más respeto!-grité, cerrando la puerta del aseo de un golpe.
-¿Estás bien de la cabeza?¿Qué cojones has hecho, a ver?¿QUÉ COÑO TE PASA, SUSANA, MECAGOENLAMADREQUEMEPARIÓ?
-¿Preguntas que qué coño me pasa?Mejor pregúntate qué coño te pasa a ti y que te he hecho para que me humilles así, Marco.
-¿Qué humillación ni qué cojones?¿Te parece normal lo que acabas de hacer, y delante del gerente?
-Mira Marco, lo de hoy ha sido ya la gota que colma el vaso. Cinco años trabajando en esta mierda de supermercado, sin una puta subida de sueldo, sin un puto ascenso, siendo siempre la segunda de a bordo a pesar de ser de las que más tiempo llevan aquí, sin que nadie valore mi trabajo nunca, ni siquiera las noches que me he quedado hasta las tantas ayudando a tu encargada Soraya a cuadrar la caja porque a ella "no le sale" y sin que nadie me d´r las gracias...Y ahora me pagas así, poniéndome en ridículo delante de la clientela y de mis compañeros...Pues ya no más, Marco.
-¿Ah sí?¿Y qué vas a hacer, eh?
-Me voy. Dejo la empresa.
- ¿Ah si?-empezó a tartamudear. Siempre que se pone nervioso tartamudea, es hasta divertido verlo.-¡Pu-pu-pues que sssepas que tienes que notificármelo con quince días de ant-t-telación!
-Hecho. Y ahora me tomo el día libre, me duele la barriga.
Y me fui, con la cabeza bien alta. Llegué a casa y puse el móvil en silencio, para que no me molestaran. Por fin libre. Me metí en la cama y me puse a leer hasta que me quedé frita. Me desperté a las 8 de la tarde y llamé a mi madre para comunicárselo. No le conté las circunstancias para no preocuparla pero le dije que no podía más. Luego llamé a Jorge y me puse a llorar mientras le contaba lo del traje.
-Con dos ovarios nena, enhorabuena. Ya era hora de dejar ese tugurio. Y deja de llorar, ostias, que mañana mismo nos vamos a echar currículums por ahí, ¡campeona!
No hay quien me consuele como él, amo a este chico.
Hoy he ido a currar y no he visto a Marco en todo el día (¿estará huyendo de mí?)Mientras tanto, es Soraya la que ofrece los turrones, aunque sin disfraz ni antenas, como era de suponer. A mí me han vuelto a poner en caja, para lo que me queda en la empresa. Estoy viviendo un sueño, o una pesadilla, no sé.

¿Lo veis?Ya me tiemblan las piernas...

escrito por Susanita a las 19:21   5 comentarios
 10 diciembre 2006

Pollo a la mamá

Hoy he tenido una agradable comidita familiar en casa de mis viejos. Mamá había hecho un pollo asado que sabía a pura gloria (la jodía de mi hermana se ha puesto un piercing en la nariz, ¡y no le han dicho nada!) y todo iba bien hasta que mi padre volvió a sacar el eterno tema.
-¿Sabes que van a abrir una tienda de ropa en el centro?Podrías echar un currículum.
-Pues sí, echaré alguno.- dije
-Entonces, ¿es que quieres dejar el súper?-preguntó mamá.
-Buah, desde hace tiempo. Ya estoy harta de ese sitio, creo que yo me merezco un trabajo mejor.
-Pues claro niña, tú echa currículus de esos en donde puedas, a ver si te cogen- dijo mamá.
-Ya, lo que pasa es que el trabajo está muy mal en este pueblo de mierda.
- El trabajo está mal y tú que no tienes estudios...Si hubieras sacado algo como tu amiga ahora no estarías en esta situación-soltó mi viejo sin que viniera a cuento.
-¡Joder macho, y dale con el temita!-exploté-¡Siempre igual, siempre igual! Ya me sé la cantinela de memoria.
-Joder macho no, ¡cojones!-dijo él, pegando un golpe en la mesa-¿Lo ves?¿Ves en qué situación estás?¡Te lo dije hace cinco años, que te arrepentirías de no haber hecho algo inteligente con tu vida!Pues ahora toma. ¡Y no me vuelvas a hablar en ese tono!
- Joder, y para esto me decís que venga a casa, para tener que aguantar estas escenas, desde hace cinco años...-murmuré debatiéndome entre seguir devorando el pollo o levantarme y largarme de ahí.- Me voy al baño.

Fui al aseo y ahí me hinché a llorar. De rabia, de frustración, de yo que sé más...Una cosa es que sepas que tu vida es bastante cutre, que tienes un trabajo de mierda y que a tus 23 años no te lo has montado todo lo bien que hubieras querido, pero que encima tu propio padre te esté machacando siempre con el tema...Es muy triste. Del otro lado de la puerta escuché a mi madre discutiendo con mi padre: "¿Es que no podemos tener un domingo en paz en esta casa?¡Siempre con el tema de las narices, jolines!¡Ya estoy harta de vuestras peleas!"

Al cabo de un rato mi madre me llamó a la puerta.
-Susi, ¿estás bien? Ven, que he hecho flan.
Me sequé las lágrimas, me lavé la cara y bebí agua para tranquilizarme. Cuando vi que tenía mejor cara, salí. Estaban todos callados, mi padre miraba hacia su plato, mi hermana trasteaba en el móvil y mi madre me servía un enorme trozo con la mejor de sus sonrisas. Casi lloro otra vez al pensar en la madre tan buena que tenía. Qué vida, coño.
El flan estaba riquísimo, como de costumbre. Después de comer ayudé a mi madre a recoger la cocina. Mi padre se fue al bar y mi hermana salió con las putillas de sus amigas, escaqueándose como de costumbre.
- Susi, no le hagas caso a tu padre, ¿eh?- me dijo mamá apoyándome la mano en el brazo.-Es la edad, que le vuelve cascarrabias.
-Si ya lo sé mamá, pero estoy harta de llevar 5 años oyendo la misma cantinela, me tiene frita.
- A partir de ahora cuando toque el tema, haces como que no le has oído y cambias de asunto. Ya sabes que a tu padre le encanta porfiar.
Qué paciencia la de esta santa mujer para aguantar a alguien como mi viejo. Solo sé que, como represalia, el próximo domingo no iré a comer (más que nada porque pienso salir de fiesta hasta las tantas y no me levantaré hasta las 3 de la tarde por lo menos). Que se coman el pollo solitos.
Después me fui, como de costumbre, a tomarme un té con la peña. Hay mal ambiente, para variar, creo que entre Jorge y Nacho ha habido movida otra vez y que Toñi tiene algo que ver. Qué zorra es esta mujer, por Dior...
Mañana a trabajar (mierda puta...). Ojalá vea al camarero, quiero ponerme a hablar con él para ver si me reconoce. Qué situación más rrarra rrarra rrarra, esto parece un telefilme de Antena 3...

P.D. El barbudo no ha vuelto a llamar, se habrá cansado de dar por saco. Esperemos.

escrito por Susanita a las 20:28   3 comentarios
 08 diciembre 2006

Fea

Hoy he tenido un día de esos en que te levantas y te ves fea, pero fea, y con ganas. Normalmente no le suelo prestar mucha atención a mi físico, pues soy consciente de que donde no hay una buena base no se pueden hacer milagros, aunque a veces con un poco de maquillaje (un poco, sólo) y con la ropa y accesorios adecuados una puede quedar bien resultona, como esos árboles de Navidad raquíticos que se cubren con espumillón y figuritas y dan el pego perfectamente (anda que..menuda comparación...)
Pero hoy me miré en el espejo, según me levanté y me llevé un buen susto. "Joder, Susana, sabía que eras fea, pero no tanto..." ."Anda, mira quién va a hablar..." La verdad es que mi cara parecía el escenario de un crimen: tenía los ojos ridículamente pequeños, como los de Charles Bronson; mi nariz lucía más aguileña que nunca, y además parecía que la llevaba torcida a la derecha de haber dormido encima de ella; la frente la llevaba cubierta de grasa y llevaba la cara con más granos que un pajillero (¡a pesar de mis 23 años!!!)
No es de extrañar que empezara el día ya de mala ostia (sumada a la de tener que currar hoy, día festivo. Puto Marco, las pagarás...)
Hombre, sé que si bien no soy guapa, tampoco soy de lo más feo de esta ciudad (porque anda que no veo yo por ahí tías mucho más feas que yo...Auténticos abortos con piernas), pero cuando me pongo sensible con el tema me quedo muy triste. Y recuerdo que a mí mis padres nunca me dijeron guapa de pequeña. Vale, que era la verdad, pero coño, ¡que era su hija! Lo peor fue cuando nació mi hermana, que se quedó con la mejor remesa de genes, la hijap... (supuestamente yo fui el borrador) Venían marujas, amigos y familiares a ver al bebé, y empezaban a hacer las inevitables, pero siempre odiosas, comparaciones. Hay qué ver, qué poco se parecen las hermanas, con los guapina que salió esta...Pobre Susanita, ¿no tendrá celos de su hermanita?Con lo feílla que es... Y lindezas del estilo tuve que aguantar, que además tenían el morro de decir delante mía, como si el hecho de tener 8 años me hiciera sorda e inmune a los insultos.
No es de extrañar que me pasara toda la adolescencia creyendo que era un auténtico feto...Y lo pasas peor cuando tu amiga está buena, es rubia y de ojos azules (aunque el hecho de ser amiga de una tía buena te suele reportar beneficios como poder enrollarte con los "restos", o con los pretendientes rechazados que necesitan aliviar el ardor con la primera que encuentren, que en esos casos solía ser yo. Triste pero cierto, qué le vamos a hacer...) No obstante, con los años llegué a conocer a chicas tan grotescamente feas, que me hacían agradecerle a Dios con toda mi alma el haberme hecho como soy (y eso que no soy creyente...) Recuerdo a una de mi clase que se llamaba Fátima, qué cosa más fea, por Dios, tenía una frente que parecía la pista de Barajas, y los ojos a un kilómetro el uno del otro. Y lo peor de todo es que la tía era una borde y se lo tenía creído (no sé el qué, debía de tener su propio canon de belleza particular)...
Bueno, no le pienso seguir dando vueltas al tema, tengo un día malo y punto...Tengo temas más importantes en los que pensar como qué coño voy a hacer para Navidad y Nochevieja, qué coño voy a vestirme, qué coño le diré al barbudo cuando me vuelva a llamar o como coño conocer a algun tío que me devueva la ilusión y haga temblar el somier de mi cama.
Qué mala es la soledad, coño...Me voy a tomar un café con Jorge.

P.D. Ya lo dice siempre mi madre, tengo un serio problema con la palabra "coño". Bah, qué coño...

escrito por Susanita a las 18:38   6 comentarios
 07 diciembre 2006

¿Por qué no te puedo odiar?

Madre mía , qué toña llevo. Tuvimos la cena de empresa antes de ayer y aún tengo la cabeza que me va a explotar. Pero bueno, no es de eso de lo que voy a hablar (eso sí, el gilipollas del ex-camarero ahora compañero de trabajo parece no haberme reconocido, o eso, o se quiere hacer el sueco, pero ya lo pillaré por banda, eso sí...)
Pues no sé qué coño le pasa al barbudo pero ayer me llamó a las 12 de la noche (qué hijoputa, como él no madruga para ir a trabajar...) y cuando le contesté con voz dormida y de mala ostia por haberme despertado, me pidió disculpas, con una vocecita de niño bueno inocente que me ponía de los nervios.
-¡Ah, que te he despertado! Perdóname, pensaba que tú también hacías puente, lo siento, de verdad...-me dijo. ¡Y encima con recochineo, recordándome que me jodía sin puente...!
- Me levanto a las 8- respondí medio sobada- ¿Es que querías algo?
- No, nada, perdona, sólo quería charlar, como el otro día te vi un poco distante...pero déjalo, te llamo otro día a otra hora, ¿vale?
- Bueno- dije, y colgué.
Lo que más me jode es que luego me dio pena de haberle tratado así, ¿pero por qué? Si él se había portado fatal conmigo...Pero no sé, me hablaba de tan buen rollo, haciéndose el inocente,, que hasta me hacía dudar a mí misma. Sin embargo, una de las mayores pruebas de lo cabronazo que es este chico es la llamada en sí. El otro día me dijo que había perdido mi número porque le habían robado el móvil, y cuando me lo pidió le apunté un número falso, ¿entonces de dónde sacó mi verdadero número para llamarme ayer? Primera mentira.
Luego, yo he sido testigo de las veces que le he visto escondiéndose en bares y aseos para no tener que enfrentarse conmigo, sin que yo le hubiera hecho nada.
¿Y entonces qué coño quiere ahora de mí? ¿Por qué viene a perturbar mi delicada paz personal con sus impertinencias y su hipocresía mal disimulada? Joder, llevo un montón de meses intentando desengancharme de mi necesidad de tener siempre un hombre a mi lado, y hasta ahora me iba bien. ¿Qué pasa, qué tiene ganas de echar otro polvo y no ha visto a mejor víctima que yo? Pues la lleva clara, con él no quiero ni ir al bareto de la esquina. Lo suyo lo tengo superado desde hace tiempo, desde las primera vez que le vi escondiéndose de mí. En otros casos me aprovecharía de él sólo para echarle un polvo y luego mandarle a tomar viento, pero el pobre no vale ni para eso. Los porros le están afectando ahí abajo (¿o acaso veis normal que a un tío de 27 años no se le levante a la primera?No sé...) Lo que me da más rabia es que le trato mal porque se lo merce y luego siento remordimientos, y no los puedo evitar aunque me recuerde a mí misma los desaires que me ha hecho. "Tía, es un ser humano", me digo a mí misma. ¿Y qué, acaso yo no lo soy?¿es que yo no tengo sentimientos?
Lo tengo decidido, mañana le llamaré y le dejaré las cosas claras. Que por favor deje de llamarme. Que no quiero saber nada más de una persona que ha estado rehuyéndome durante casi un año. Que es un puto hipócrita mentiroso que aún conservaba mi número a pesar de decir que se lo habían robado. Y que me deje en paz, que yo ahora soy muy feliz con lo que tengo, con mis amigos, con mi familia, y no quiero que venga nadie a amargarme la vida.
Me costará decírselo, creo que no tengo ovarios suficientes, pero lo intentaré. Los cánceres hay que extirparlos de cuajo antes de que invadan el resto de tu cuerpo (o de tu vida) y terminen contigo. "Ánimo Susana, demuéstrate a tí misma que puedes". Ojalá.

Me tengo que preguntar una y otra vez,¿qué quéreis los hombres, por favor, qué queréis????

P.D.: Coño, acabo de recordar que no tengo su número...¿Y ahora qué hago?

escrito por Susanita a las 15:33   3 comentarios
 05 diciembre 2006

Otro más a la mierda

Llevo todo el día recibiendo toques de un número anónimo, ¿quién será? ¿El Barbudo...? Bah, no creo. Si no me llamó en todo este tiempo (después de aquella noche loca, ¡puajj!) mucho menos me va a llamar ahora...
Curiosamente me lo encontré el viernes pasado. Me fui con la peña al Morgana (un pub de rollo heavy donde tocan música en directo) y vimos el concierto que dieron unos chicos, con mucho talento y que para colmo estaban bastante buenos. Después nos acercamos a hablar con los chicos, para pedirles autógrafos y eso. Llevaba yo un buen rato charlando con el batería cuando vi por el rabillo del ojo como llegaban el Barbudo y sus colegas (todos muy melenudos y jeviatas) Parecía un puto espantapájaros, con las greñas disparadas y una barba como el chivo de la Legión. Hice como que no le vi (¡faltaría plus...!) y seguí charlando con el chico. Al cabo de un rato, como vio que no le hice ni caso se acercó a nosotros.

-Hola
-Hola-contesté, y seguí la conversación con el músico.
-¿Qué haces?-siguió el otro
-Hablando con un amigo-contesté, impasible. El pobre batería nos miraba con cara de "qué hago ahora ¿me voy y les dejo solos o me quedo?"
-¿Querías algo?-ole mi borderío.
-No, nada- respondió el barbas-Era sólo para hablar un poco, estoy en esa mesa, ¿vale?- y se fue con el rabo entre las piernas. Mi cabreo iba en aumento. Hay que tener morro, macho. Hace diez meses tuvimos un rollete salvaje de una noche, sin compromiso (como siempre) y la verdad es que me llevé muy buena impresión del chico y nos intercambiamos los móviles antes de despedirnos con la excusa de quedar luego para un café y lo típico. No le di más importancia al tema hasta que semanas después me lo encontraba por la calle y me daba cuenta de como se escondía de mí para no tener que saludarme. El día que me harté le mandé un sms cabreada y le dije que qué coño se pensaba, que le había visto un montón de veces escapándose de mí y que si se pensaba que es que yo quería algo serio con él la llevaba clara, que él para mí sólo había sido un polvo (de los malos, además) y blablabla. El muy cobarde nunca contestó.
Así que ese día lo último que me apetecía era verle la jeta.

-Oye, que si quieres hablar con tu amigo, yo...-intentó disculparse el batería.
-Y una mierda-respondí yo-Si se ha esperado diez meses para dirigirme la palabra no le harán daño otros diez minutos.

Al cabo de un rato el chico se fue a tomar una birra y me acerqué a la mesa del otro gilipollas. Sus igualamente gilipollas amigos me miraban con cara burlona. "¡Vuestra puta madre!", me dieron ganas de gritarles ahí mismo.

-¿Qué?- le dije.
-No, nada tía, era sólo para saludarte- me contestó. -¿Cómo estás?
-De puta madre, pasándomelo bien con mis colegas.
-Ah...-contestó-Oye, que nunca te puede llamar porque me robaron el móvil con todos los números dentro y tal...
-No me digas- contesté.
-Sí, pero bueno, ya tengo otro teléfono, ¿por qué no te doy mi número y así me llamas y quedamos para ese café que nos prometimos?
-Oye, y si tanto te interesa quedar, ¿por qué no me pides tú el mío?¿Es que no quieres gastar saldo o qué?-le respondí con todo el morro. El muy gilipollas empezó a reírse con esa cara de barracuda que le pone...No sé cómo pude tirarme a eso, por Diorrrrr, en qué estaría pensando.
-Jajaja, muy bien, yo te doy el mío y tú me das el tuyo, ¿está bien así?- me dijo, apuntando su número en un papelito de fumar. Le apunté el mío (falso, por supuesto, que seguro que el auténtico aún lo tenía) y le dije:
-Bueno, vale. Me voy donde mis colegas.
Me guardé en papelito en la palma de la mano y me fui donde Pili y Jorge. Los músicos ya se habían ido, ¡grrrrrr! Estuvimos un ratito más de birreo hasta que Toñi dijo que quería ir a bailar salsa en "A lo cubano" y nos fuimos de ahí. Según iba saliendo por la puerta hice una pelotita con el número del Barbudo y la lancé a un cenicero, sin importarme si me podía haber visto o no. Que le den por culo, ya bastantes gilipollas he tenido que aguantar en esta vida. Justo al salir un chaval nos preguntó si llevábamos papel. Mala suerte chaval, llegaste tarde.

escrito por Susanita a las 19:26   1 comentarios

Los traumas de Susi

Susi aún está en estado de shock. Ha sido una semana muuuuy agitada. Primero, vuelta al curro tras la baja, miradas asesinas según entro, caras de "hija de puta, qué bien te lo has pasado estos días, ¿eh? Pues ahora te vas a enterar", yo más deprimida que nunca, y con menos ganas de currar que nunca. Según llegué me pusieron en la caja de al lado del tabaco, la que más trabajo da, pero esos idiotas no se dieron cuenta de que era lo que yo más deseaba, porque ahí se te pasa el tiempo sin que te des cuenta. Hasta ahí todo normal, estuve cobrando y a las 11 mi hora del bocata. Me voy al bar de enfrente y para sanar mi pobre alma deprimida me meto un croissant y un café entre pecho y espalda (a la mierda la dieta)
Las 11:35, vuelvo a mi puesto y observo a Marco hablando en el pasillo de los vinos con un chico que está de espaldas. Se trata del nuevo reponedor que va a entrar a trabajar. Se despiden, el chico se da la vuelta y ...Cuando le vi la cara casi se me caen al suelo los Lucky Strikes que estaba organizando. ¿Que quién era? ¡El gilipollas del camarero-leré!!!! El mismo que un mes antes me había destrozado el codo con muy mala ostia...¡Lo que me faltaba a mí, con la de supermercados que hay en la ciudad y el mamagüebo ese va a buscar trabajo en el mío...! Le pregunté a Marco si ese chico iba a trabajar ahí y me dijo que sí, pero que no me hiciera ilusiones, que ya tenía novia. "¿Y a mí qué me importa si ese tiene novia o no?" le contesté, y el muy sádico se rió y se fue. Me quedé todo el día calladita, como en estado de shock, y en cuanto salí del trabajo lo primero que hice fue llamar a Jorge y contárselo todo.
"Hazle la vida imposible. Véngate, sé una hijaputa" fue lo ínco que me dijo antes de empezar a rayarme la cabeza con el rollito macabeo que se trae con Didier, un ex suyo que es como la regla, siempre viene cuando menos te lo esperas y para joderte los planes. Le dije que mandara a Didi a la mierda y me dijo que lo haría pero después de echar un último polvete con él. Lo mismo que me dijo la última vez hace seis meses...
Después ya no volví a ver más al camarero quebrantahuesos, pues le pusieron de tarde y yo uba de mañana, pero a ver si esta semana o el domingo coincidimos...Mientras voy cotilleando todo lo discretamente que puedo con algún colega, excepto con Emilio porque sino el pobre se pone celoso. De momento lo único que he sacado en limpio es que se llama Jesús, tiene 26 años y un culo que te cagas (y nunca mejor dicho), que es un chico callado y muy trabajador...Que calle, que calle, que ya le haré hablar cuando le pille por banda...Dios mío, qué situación más estrambótica, tengo que ir a practicar posibles diálogos para no quedar mal delante suya...Adiosito.

escrito por Susanita a las 00:06   4 comentarios